y espero que seas para mí un gran apoyo.
Desde que me regalaron el Diario de Ana Frank, en plena adolescencia, traté de leerlo varias veces, sin conseguirlo ninguna. Por alguna razón, sus páginas no me transmitían nada emocionante: cada una de ellas me daba la sensación de ser un bloque monolítico de información condensada que no lograban erizarme ni medio pelo. Me resultaba imposible identificarme con aquella chica, y ni tan siquiera los escalofriantes sucesos que relataba me provocaban entonces la más mínima compasión. No, no pude leerme el Diario de Ana Frank durante años, hasta que me topé con una poderosa razón para hacerlo: la idea de que Ana Frank pudo ser lesbiana.
Cuando se lo comenté a mi novia, ella me miró como diciendo: “sí, claro, Ana Frank lesbiana y la Virgen María transexual”. Yo le contesté que cerrar la puerta a esa posibilidad era fruto de la homofobia interiorizada, pero para dejar claro que no me entregaba a una simple homosexualización desenfrenada de la realidad, decidí leerme el Diario. Y esta vez sí que lo conseguí.
Para no crear falsas expectativas, empezaré diciendo que en casi trescientas páginas de Diario sólo he podido encontrar un pasaje abiertamente lésbico. Sin embargo, el pasaje es lo suficientemente elocuente por sí mismo como para sospechar que, de haber tenido la posibilidad de desarrollar su vida, Ana Frank podría haber decidido compartirla con una mujer:
Recuerdo una vez que me quedé a dormir en casa de Jacque y que no podía contener la curiosidad de conocer su cuerpo, que siempre me había ocultado, y que nunca había llegado a ver. Le pedí que, en señal de nuestra amistad, nos tocáramos mutuamente los pechos. Jacque se negó. También ocurrió que sentí una terrible necesidad de besarla, y lo hice. Cada vez que veo una figura de una mujer desnuda, como por ejemplo la Venus en el manual de Historia de Springer, me quedo extasiada contemplándola. A veces me parece de una belleza tan maravillosa, que tengo que contenerme para que no se me salten las lágrimas. ¡Ojalá tuviera una amiga!
¿Acaso habría escrito estas palabras una mujer completamente heterosexual? El anhelo que siente Ana por “una amiga” es lo suficientemente fuerte como para hacer que le dedique su Diario por entero. Creo que esta clave de lectura es sumamente importante para su interpretación, ya que Ana escribe lo que escribe por y para otra mujer:
Al parecer no me falta nada, salvo la amiga del alma […]. Para realzar todavía más en mi fantasía la idea de la amiga tan anhelada, no quisiera apuntar en este diario los hechos sin más, como hace todo el mundo, sino que haré que el propio diario sea esa amiga, y esa amiga se llamará Kitty.
Como es bien sabido, muchas mujeres lesbianas tomamos conciencia de nuestra condición entre los 20 y los 30 años. No obstante, con anterioridad podemos tener ciertas experiencias, propias de una etapa de sensibilización, a las que más tarde volvemos para apuntalar la coherencia de nuestra identidad recién descubierta. Una de esas experiencias es cierta conciencia difusa de nuestra diferencia:
Antes, en mi casa, cuando aún no pensaba tanto, de vez en cuando me daba la sensación de no pertenecer a la misma familia que Mansa, Pim y Margot, y que siempre sería una extraña.
Las primeras experiencias heterosexuales, propiciadas por la heteronormatividad del entorno, pueden redundar en esta sensación de diferencia, de extrañeza, al revelarnos que algo aún difícil de concretar no va bien:
Peter me quiere, no como un enamorado, sino como un amigo, su afecto crece día a día, pero sigue habiendo algo misterioso que nos detiene a los dos, y que ni yo misma sé lo que es. A veces pienso que esos enormes deseos míos de estar con él eran exagerados.
En ocasiones, sin embargo, este rechazo velado hacia el sexo opuesto puede acentuarse en el momento de establecer relaciones sexuales. Aunque Ana Frank no llega a experimentarlas, su malestar se evidencia muy pronto. Así por ejemplo, cuando recuerda su primer amor, Peter Schiff, lo hace en estos términos:
A él lo amo con toda mi alma y a él me entrego con todo mi corazón. Pero sólo hay una cosa: no quiero que me toque más que la cara.
Se podría argumentar que la Ana que escribe estas líneas es aún una muchachita preadolescente (la misma que, no obstante, identificaba un deseo de tocar y ser tocada por otra mujer). Sin embargo, a medida que transcurren sus años de encierro, con la madurez anticipada que le otorgan, Ana no hace más que confirmar sus primeras intuiciones acerca de la relación con el sexo opuesto, intuiciones que toman cuerpo con la experiencia:
Anoche también nos estábamos besando, pero las mejillas de Peter me decepcionaron, porque no eran tan suaves como parece, sino que eran como las mejillas de papá, o sea, como las de un hombre que ya se afeita.
Ana va comprendiendo que los sentimientos que alberga hacia su compañero de encierro, Peter, no pueden ir más allá de la simple amistad:
Después de mi tortuosa conquista, estoy un poco por encima de la situación […]. Sé muy bien que he sido yo quien le ha conquistado a él, y no a la inversa, me he forjado de él una imagen de ensueño, le veía como a un chico callado, sensible, bueno, muy necesitado de cariño y amistad. Yo necesitaba expresarme alguna vez con una persona viva. Quería tener un amigo que me pusiera otra vez en camino, acabé la difícil tarea y poco a poco hice que él se volviera hacia mí. Cuando por fin había logrado que tuviera sentimientos de amistad para conmigo, sin querer llegamos a las intimidades que ahora, pensándolo bien, me parecen fuera de lugar […]. He cometido un gran error al excluir cualquier otra posibilidad de tener una amistad con él, y al acercarme a él a través de las intimidades […]. He atraído a Peter hacia mí a la fuerza, mucho más de lo que él se imagina, y ahora él se aferra a mí y de momento no veo ningún medio eficaz para separarlo de mí […]. Me di cuenta, muy al principio, de que él no podía ser el amigo que yo me imaginaba.
A pesar de este sentimiento de equivocación, de fracaso, lo que ella misma llama “la desilusión por lo de Peter”, creo que la manera en que Ana y Peter construyen su relación resulta muy ilustrativa acerca de las emociones que una mujer lesbiana puede sentir hacia un varón. Tal vez no fuera el caso de Ana, pero las palabras que ella utiliza pueden resonar en el corazón de otras mujeres que sí lo hemos sentido de esa manera:
Notaba una fuerte sensación de solidaridad, algo que antes sólo había tenido con mis amigas.
Nos quedamos mirando hacia fuera un rato, y cuando se puso a cortar leña, tuve la certeza de que era un buen tipo.
Si Peter fuera mayor y quisiera casarse conmigo, ¿qué le contestaría? ¡Ana, di la verdad! No podrías casarte con él, pero también es difícil dejarle ir.
Otros pasajes del Diario permiten descubrir que el interés de Ana por los hombres es una especie de “fase” que rompe con un anhelo anterior por la mujer:
Después del Año Nuevo, el segundo gran cambio: mi sueño… con el que descubrí mis deseos de tener… un amigo o novio; no quería una amiga mujer, sino un amigo varón.
Sin embargo, Ana sigue manteniendo cierta ambigüedad:
No vayas a creer que estoy enamorada de Peter, ¡nada de eso! Si los Van Daan hubieran tenido una niña en vez de un hijo varón, también habría intentado trabar amistad con ella.
Finalmente, algunas experiencias aisladas que Ana relata también coinciden con otras bien conocidas para las mujeres lesbianas:
Wilma es una chica que al principio me caía muy bien, pero que se pasa el día hablando nada más que de chicos, y eso termina por aburrirte.
Peter tiene alguna ocurrencia divertida de vez en cuando. Al menos una de sus aficiones que hace reír a todo la comparte conmigo: le gusta disfrazarse. Un día aparecimos él metido en un vestido negro muy ceñido de su madre y yo vestida con un traje suyo; Peter llevaba un sombrero y yo una gorra. Los mayores se partían de risa y nosotros no nos divertimos menos.
Uno sólo de los pasajes anteriores tal vez sería insuficiente para justificar la posibilidad de que Ana Frank hubiera sido lesbiana. Sin embargo, todo juntos quizá aporten algo más de credibilidad a esta hipótesis. De haber amado a una mujer, en cualquier caso, estoy segura de que Ana Frank se habría lanzado sin dudar a vivir esa experiencia, no sólo por su personalidad intrépida, sino por la admirable conciencia de género de que hace gala con tan sólo quince años de edad:
Quiero progresar; no puedo imaginarme que tuviera que vivir como mamá, la señora Van Daan y todas esas mujeres que hacen sus tareas y que más tarde todo el mundo olvidará. Aparte de un marido e hijos, necesito otra cosa a la que dedicarme […].
Más de una vez, una de las preguntas que no me deja en paz por dentro es por qué en el pasado, y a menudo aún ahora, los pueblos conceden a la mujer un lugar tan inferior al que ocupa el hombre. Todos dicen que es injusto, pero con eso no me doy por contenta: lo que quisiera conocer es la causa de semejante injusticia.
Es de suponer que el hombre, dada su mayor fuerza física, ha dominado a la mujer desde el principio; el hombre, que tiene ingresos, el hombre, que procrea, el hombre, al que todo le está permitido… Ha sido una gran equivocación por parte de tantas mujeres tolerar, hasta hace poco tiempo, que todo siguiera así sin más, porque cuantos más siglos perdura esta norma, tanto más se arraiga. Por suerte, la enseñanza, el trabajo y el desarrollo le han abierto un poco los ojos a la mujer. En muchos países las mujeres han obtenido la igualdad de derechos; mucha gente, sobre todo mujeres, pero también hombres, ven ahora lo mal que ha estado dividido el mundo durante tanto tiempo, y las mujeres modernas exigen su derecho a la independencia total.
Pero no se trata sólo de eso: ¡también hay que conseguir la valoración de la mujer! En todos los continentes, el hombre goza de una alta estima generalizada. ¿Por qué la mujer no habría de compartir esa estima antes que nada? A los soldados y héroes de guerra se los honra y rinde homenaje, a los descubridores se les concede fama eterna, se venera a los mártires, pero ¿qué parte de la Humanidad en su conjunto también considera soldados a las mujeres?
A los únicos que condeno es a los hombres y a todo el orden mundial, que nunca quieren darse cuenta del importante, difícil y a veces también bello papel desempeñado por la mujer en la sociedad.
Nunca podremos saber lo que habría sido de Ana Frank si no hubiese sido víctima de la barbarie del Holocausto; de hecho, tal vez habría permanecido en el anonimato y su Diario nunca habría llegado a nuestras manos. Sin embargo, su relato está hoy al alcance de todos, y el significado que cada uno decida darle entra dentro de nuestra libertad individual, por lo que merece absoluto respeto. Si yo quiero creer que Ana Frank era lesbiana, puedo hacerlo, y si sus palabras inspiran mi experiencia como mujer homosexual, entonces ella forma parte, de alguna manera, de las mujeres que sintieron y sienten como yo:
... buscando siempre la manera de ser como de verdad me gustaría ser y como podría ser… si no hubiera otra gente en este mundo.
Sus últimas palabras pudieron ser las mías.
Encantada de compartirlas con ella desde hoy.
No sé qué decir... Es un análisis fascinante. ¡Enhorabuena y gracias por compartirlo!
ResponderEliminarMe dejaste con la boca abierta, nunca leí el Diario y ahora me impacta todo lo que transcribiste de él... como decís vos, haya o no sido lesbiana, sus palabras se parecen mucho a las de alguien que atraviesa por esa etapa de descubrimiento de su homosexualidad. Creo que más que el deseo de contemplar el cuerpo desnudo de una mujer, es el desencanto del cuerpo del hombre lo que acerca sus palabras a la experiencia (de algunas) lesbiana(s). Que no es mi caso (aclaro)porque tuve la suerte de saberme distinta desde edad muy temprana, pero que me recuerda, y mucho el de algunas amigas o ex parejas.
ResponderEliminar¡Gracias a vosotras por vuestros comentarios!
ResponderEliminarYo también creo que lo que convierte a Ana Frank en una lesbiana en potencia son más los comentarios sobre los hombres que sobre las mujeres. En mi diario tengo escritas frases muy semejantes a las suyas, y si no es porque ambas somos lesbianas, entonces que alguien me explique la formación de la orientación sexual heterosexual, porque aquí hay algo que falla.
El Diario de Ana Frank me parece un documento muy valioso para estudiar las experiencias de una mujer adolescente y homosexual, y creo que no se valora lo suficiente en ese aspecto, quizá porque no es muy conocido.
Por eso he intentado difundir la idea un poco más.
es sùper poko objetivo afimar una cosa asì. Ana frank, si fuè o no lesbiana, clarament no es tema, lo q sì es tema, es q muriò x culpa d una ideologìa diabòlica, q desgraciadament, si niega a morir. Alexi, Chillan, Chile.
ResponderEliminarEl motivo de su muerte es un tema muy importante, pero su importancia no puede ensombrecer los demás.
ResponderEliminarLas personas homosexuales también fueron gaseadas por los nazis, y eso es algo que la historia se niega a recordar.
No fue el caso de Ana Frank, pero sí el de muchos otros, y por tanto, me parece bien hacerles un homenaje a través de una persona que murió como ellos pero que pudo haber muerto también por la misma razón que ellos.
La homosexualidad siempre es tema, o al menos, siempre lo es para mí.
Me parece muy patético estar discutiendo si Ana Frank era lesbiana o no. Seguro que si otros comentasemos tu homosexualidad publicamente no te haría gracia,pues imaginate después, y con lo mucho que padeció. Ana Frank merece un respeto.
ResponderEliminarPorque la respeto, lo comento. No creo que hablar de homosexualidad o atribuírsela a nadie sea faltarle al respeto, porque no creo que ser homosexual sea algo que desmerezca a ninguna persona. Te aseguro que si yo pasara a la Historia como lesbiana, estaría muy orgullosa de ello. Muchos lo han hecho, y muchos lo harán.
ResponderEliminarManolo, deberías aprender que sugerir que alguien es homosexual no es una falta de respeto, porque la homosexualidad no tiene nada de malo. La falta de respeto la cometes tú con tu comentario homófobo y torpe.
ResponderEliminarEncantada,estoy trabajando en un trabajo investigativo para mi clase de humanidades y decidí trabajar el diario de Ana Frank. Te quiero dar las gracias por ese análisis esta muy bien hecho y nos abre las puertas a nuevas posibilidades. Aunque, soy heterosexual, captó mi interes la forma en que devoraste el texto y la conclusión que llegaste fue interesante. Permiteme diferir en algo no se si es probado o no pero se por experiencia propia y de a llegados a mi persona que el niño (a) en transición a ser un adolecente pasa por una fase de descubrir su identidad (quien soy y como) pero, a la ves desde que somos pequeños nos inculcan el repelillo al sexo opuesto ( el famoso las nenas con las nenas y los nenes con los nenes) creo que en un principio las personas que nos interesan en un principio son a las personas de nuestro propio sexo y luego en nuestro desarrollo es que exploramos y desiframos que realmente nos atrae y que no. Bueno ese es mi punto de vista pero, vuelvo y recalco muy buen trabajo!
ResponderEliminarAnedun lo tuyo si que es un comentario torpe, con el que demuestras tu hipocresia(escribes una cosa y piensas otra...) Claro que la homosexualidad no es nada malo,pero ella no habla de ello en su diario, habla de cosas mucho mas importantes, y desde luego si lees su diario y te quedas pensando si era lesbiana o no, me parece que no tienes corazon y que no has aprendido nada de ella. Te recomiendo que lo leas o vuelvas a leerlo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Miky, creo que el diario de Ana Frank, como todo texto, se puede interpretar de varias maneras, y tanto tu interpretación como la mía son posibles, lo cual demuestra una vez más su enorme riqueza y la de la experiencia vital de Ana Frank.
ResponderEliminarManolo, creo que tu opinión ha quedado clara, como ha quedado claro que existen personas que no piensan como tú. Así que te agradecería que lo dejaras estar. Enzarzarse en una discusión sin fin no lleva a ninguna parte. Es probable que, sencillamente, este no sea tu blog.
ResponderEliminarA los únicos que condeno es a los hombres y a todo el orden mundial, que nunca quieren darse cuenta del importante, difícil y a veces también bello papel desempeñado por la mujer en la sociedad.
ResponderEliminarestas descargando tu ira sobre un genero, como si todos los hombres fueran así
Son palabras de Ana Frank, no mías.
ResponderEliminarEspero que sepas que es todo una mentira, Anna no escribió el libro, fue todo un invento de su padre.
ResponderEliminarBye
La verdad y la mentira son siempre relativas. De todas formas, me hubiera gustado que ofrecieras algún argumento para apoyar lo que dices, ya que la información que aportas es muy poca.
ResponderEliminarme parece q estas cambiando las cosas, la gente q se pone a leer este diario generalmente no lo hace para saber si ana era lesbiana o no.. esa no es la idea del diario, nunca la fue y si ella hubiese sido lesbiana lo hubiese confesado sin dar tantas vueltas, porque ella decia lo q pensaba y a su diario no tenia nada q ocultarele. Yo creo q ana queria q algun dia dejen de verlos como judios y los vean como simplemente personas y vos en ves de verla como persona la ves como lesbiana, ahora cambiaste lo de "judia" por "lesbiana" . La verdad acabo de leerlo y nunca se me vino a la mente esa idea lo unico q pense fue : " pobre , tenia la esperaza de vivir de sobrevivir a todo ese caos y finalmente murió, y como lo habra sufrido sabiando como era ella" , y eso me hace eco en la cabeza, me angustia. Y no da que vengas a decir eso de una chica de 15 años, si vos sos asi bueno no es mi problema es asunto tuyo y no me meto,pero q vengas a acusar a ana de ser eso, la verdad q no me gusta nada, un monton de personas se emocionaron con ella y la llevan en el corazon como una amiga mas seguramente , y sabemos q eso no es lo q quiso decir. Vos q nunca te salio seguir la historia desde el ama, q nunca te atrapo, la leiste porq qrias encontrar en ella lo q sos, ya venias con una idea anticipada, y entendiste lo q qrias entender,pero todos sabemos q esa no era la idea principal del diario. Ella queria q la dejen de ver como una judia y q la vean como persona, vos cambiaste lo de "judia" por lesbiana...no entendiste nada de lo ella quiso transmitir y yo creo por ustedes las personas homosexuales sin ofender q trasladan eso a todos los rasgos de su vida creo q ustedes antes de ser personas son homosexuales y no es q yo piense eso ustedes lo tranmiten pero la naturaleza no creo eso la verdad es q existen hombre y mujeres , y tienen q estar juntos,a stedes nose porq razon la verdad les gusta el mismo sexo pero es algo q a mi ya no me interesa....
ResponderEliminarDecir que alguien es lesbiana no es "acusarla" de nada, porque ser lesbiana no es nada malo.
ResponderEliminarYo, que soy lesbiana, no despojo a Ana Frank de su ser "persona"; al contrario, reivindico todos los aspectos de su personalidad, incluidos los potenciales.
Podría decir más cosas, como que con 15 años una puede no tener clara su orientación sexual; pero teniendo en cuenta la posición desde la que escribes tu comentario, me temo que no merece la pena.
He leído el Diario de Ana Frank y debo reconocer que es una posibilidad el tema de su homosexualidad,la verdad si hubiera sido así pienso que no cambiaría en nada aquello que pudo impactar en tantos lectores. Nadie sabe a ciencia cierta nada, son teorías, suposiciones. Les dejo un enlace sobre la nueva película que Disney hará de ella y su diario. Interesante también la duda sobre el nuevo filme.
ResponderEliminarhttp://www.generaccion.com/secciones/resena/articulos/?codarticulorevista=745
"Aquello que pudo impactar en tantos lectores" pueden ser muchas cosas, incluida su homosexualidad potencial. Interpretar su obra a la luz de nuevas ideas sólo puede enriquecer su lectura, nunca empobrecerla; así que me alegro de que te hayas planteado esa posibilidad.
ResponderEliminarClaro que no puedo opinar lo mismo de una peli de Disney... :S
Hola!, excelente aporte y estoy sorprendida por esta conclusión, algunos no están de acuerdo pero a mi ya me parecía algo raro cuando leí esas páginas en el Diario pero nunca se me ocurrió de que ella fuera lesbiana. Bueno, igual respeto mucho a esta niña y su Diario es uno de mis libros favoritos
ResponderEliminarHola!, excelente aporte y estoy sorprendida por esta conclusión, algunos no están de acuerdo pero a mi ya me parecía algo raro cuando leí esas páginas en el Diario pero nunca se me ocurrió de que ella fuera lesbiana. Bueno, igual respeto mucho a esta niña y su Diario es uno de mis libros favoritos
ResponderEliminar¡Hola! Gracias por tu comentario. La verdad es que la idea no se me ocurrió a mí, la leí en un libro y entonces me animé a leer el diario para comprobar si podía ser cierto... y bueno, a mí me parece que tiene todo el sentido.
ResponderEliminarRecuerdo una vez que me quedé a dormir en casa de Jacque y que no podía contener la curiosidad de conocer su cuerpo, que siempre me había ocultado, y que nunca había llegado a ver. Le pedí que, en señal de nuestra amistad, nos tocáramos mutuamente los pechos. Jacque se negó. También ocurrió que sentí una terrible necesidad de besarla, y lo hice. Cada vez que veo una figura de una mujer desnuda, como por ejemplo la Venus en el manual de Historia de Springer, me quedo extasiada contemplándola. A veces me parece de una belleza tan maravillosa, que tengo que contenerme para que no se me salten las lágrimas. ¡Ojalá tuviera una amiga!
ResponderEliminarHOY JUSTAMENTE HOY LE DIJE A MI PROFESORA
DEL TEMA Y TODOS SE SORPRENDIERON
ELLA QUE NO SABIA NADA, ME DIJO
QUE ERA IMPOSIBLE QE ELLA HALLA DICHO ESA
FRASE Y ME ORDENO BUSCARLA PERO NO LA ENCONTRE :s
TODOS ME MIRABAN ASI o.O Y COSO
ME SENTI MAL POR QE PARA TODOS
ICLUSO LA PROFFESORA HABIA DICHO UNA MALA PALABRA :S
LO PEOR FUE QE NO ENCONTRELA PAGINA I NADA
COSO SI PODES PASARME EL NUMERO DE LA
ÇPAGINA TE LO AGRADECERIA; un beso grande (:
soi.cristian.-@homail.com
Mira, en la edición que yo tengo esto lo cuenta el jueves 6 de enero de 1944. Parece que ese día, no obstante, escribe dos veces; el fragmento se encuentra en la primera, justamente en el párrafo final. De todas formas, circulan algunas ediciones censuradas, y tal vez lo que transcribo no esté. Pero bueno, si tienes suerte y no es así, ¡ya puedes darle a tu profesora en las narices! ¡No es posible leer el Diario y pasar por alto ese párrafo! :D
ResponderEliminarhola encantada, wow, estoy impactada, jeje, cuando lei el diario de Ana, tenia su edad, y me senti tan identificada q lo tube q leer 2 veces mas en la misma epoca, creo q ahora me puedo dar una idea mas clara de las muchas razones por las que me senti asi, aun asi es increible como el lugar, el tiempo y la situacion es totalmente distito y aun asi muchos podemos identificarnos con los sentimientos, dudas e inquietudes de una preadolesente judia, en la segunda guerra mundial!
ResponderEliminarEs la magia de la literatura, jaja. Me alegra que te hayas sentido identificada y que mi entrada te haya descubierto algo más acerca de esa identificación :D
ResponderEliminarEn cierta parte tienes razón, también a simple vista creí eso, pero no creo que fuese posible, sólo tenía la inquietud de su cuerpo desarrollado, por eso le pide a su amiga que la deje tocarla, además se besa con peter, pero en fin, saludos...
ResponderEliminarNo sé porque se le da tantas vueltas a lo evidente. Este artículo resume muy bien la lesbianidad de Anna Frank. Felicidades!
ResponderEliminarincreible! me dieron muchas ganas de leer el libro!
ResponderEliminarAna Frank lesbiana... nunca me lo hubiera imaginado pero la idea es realmente fasinante, te felicito por el descubrimiento! =)
Insisto en que el "descubrimiento" o la "idea" no fueron míos. Leí sobre ellos en un libro, y eso me animó a repasar el Diario. Entonces pude comprobar que lo que se sugería podía ser cierto o, al menos, era una lectura posible más.
ResponderEliminar¡Os agradezco los comentarios!
hola! siempre me llamó la atención, en las reseñas sobre la publicación del Diario, que se menciona que el padre de Anna, "revisa" y edita el contenido del diario, andá a saber qué más habrá recortado, porque es plausible que haya habido entradas más cargadas. gracias, muy interesantes todos tus textos. saludos desde argentina!
ResponderEliminarHe llegado de casualidad a este gran gran análisis de hace algunos años. Me leí el diario hace algunos meses y también me sorprendieron las palabras de Ana (sobretodo lo de besar a Jacque y pedirle tocarse los pechos). Luego fui encontrando esos pasajes que me sonaban más a feministas que lesbianos, pero visto así en conjunto, hay muchas posibilidades que Ana hubiera podido desarrollarse como lesbiana. De hecho me decepcionó un poco cuando intenta empezar una relación amorosa con peter. Llegué a pensar si lo hubiera hecho, el vivir como lesbiana, de haber sobrevivido, en la época que le tocó.
ResponderEliminar"...si no hubiera otra gente en este mundo".
PD: y también he pensado en que algunas partes referentes a este tema pudieron ser censuradas para su publicación por parte de su padre.
ResponderEliminarHola es un análisis muy interesante y profundo, yo lo leí en mis catorce y me identifiqué con su sensilibilidad y humanidad y adolescencia, cuando lo leí no me parece suficiente para creer wue es lesbiana como mujer heterosexual siempre me gustaron los chicos y los rechazaba y prefería más a mis amigas como mi zona segura mis amigas siempre me hacían sentir cómoda y los niños para mí un misterio aunque lo de Jaque no lo recuerdo me parece que sí podría ser un encuentro lésbico pero también podría ser Bi o sentir ese deseo sin ser su preferencia y en el caso de Peter pensé que se ilusionó como buena romántica pero la torpeza de ese niño no era suficiente para una niña tan madura que buscaba mucho más que eso. A los 14 años yo no pensaba en el enuentro sexual con nadie me daba miedo el sexo y eso se me quitó con mi primer novio formal a los 19, considero un poco absolutista pero como dices cada quien lo interpreta a su manera.
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