Tal día como hoy, hace un año, inauguré Encantada blog.
Para entonces, llevaba ya tres años como bloguera; sin embargo, mi anterior blog agonizaba entre sus propias cenizas: a pesar de que lo empecé con mucha ilusión, de que lo mantuve a base de entradas muy queridas para mí, a pesar de que me había prometido, desde el principio, que no habría reglas, que cualquier cosa que me pasara tendría en él su lugar, el hecho es que desde hacía meses ya no me apetecía escribir.
Y es curioso, porque miles de entradas bullían en mi interior, quería hablar sobre muchísimas cosas, quería gritar al mundo lo que sentía, lo que pensaba, quién estaba descubriendo que era, mis dudas, mis certezas, mis cabreos, mis triunfos… pero en mi anterior blog yo ya no tenía lugar.
Cuando lo empecé, todavía me pensaba hetero. Y no pude encajar mi “transición” con naturalidad. Me era muy difícil explicar por qué de repente ya no sentía como verdad todo lo que había escrito sobre mí. Tampoco estaba segura de hasta qué punto lo era. Es fácil crear una falsa imagen de mujer confusa, pero muy difícil plasmar una genuina y sincera confusión. Y sobre todo, exponerse. Exponerse a que las personas que llevan varios años leyéndote dejen de opinar sobre tus entradas para empezar a opinar sobre ti.
Traté de salvarlo, de volver a empezar, cambiando formatos, fotografías, fondo, color… pero al final lo dejé. La persona que empezó aquel blog ya no se parecía a mí, la notaba ajena y mi nuevo yo necesitaba aire limpio para poder respirar.
Fue una noche de desesperación cuando se me ocurrió el título de “Encantada”. Quería empezar un blog con nueva energía, con una perspectiva positiva sobre mí, sobre mi homosexualidad; la perspectiva que empezaba a tener pero que tanto me costaba expresar. Imaginé el día en que pudiera presentarme ante todo el mundo como lesbiana, el día en que realmente estuviera encantada de haberme conocido, de estarme disfrutando, el día en que pudiera saludar con la mano de mi verdadero yo y decirle a cualquiera que se acercase a conocerme lo encantada que estaba de mostrarme como soy.
Pero ese día aún no había llegado, por eso elegí un burka como avatar. Podría decir muchas cosas, a cambio de no descubrir mi identidad. Ocultaría mi rostro bajo las rejas de tela mientras mi cuerpo desnudo se asomaba al exterior. Y aún así, significaba un respiro, porque en gran parte de mi vida real, sobre todo en la de entonces, el burka me cubría por entero, en forma de una presunción de heterosexualidad que me resistía a negar.
Y así fue como nació este blog.
Después de un año caminando a su lado he dicho muchas de las cosas que necesitaba decir, me he ido construyendo como mujer y he ganado en coherencia vital. Ahora me parece que tal vez no hubiera sido necesario huir, que podría haberme quedado donde siempre estuve porque yo he sido siempre lo que soy. Y sin embargo, entiendo que hoy pienso así sólo porque entonces me atreví a romper.
Y ahora que no necesito marcharme es cuando creo que estoy yendo hacia algún lugar.
Encantada de acompañarme en este viaje.
Para entonces, llevaba ya tres años como bloguera; sin embargo, mi anterior blog agonizaba entre sus propias cenizas: a pesar de que lo empecé con mucha ilusión, de que lo mantuve a base de entradas muy queridas para mí, a pesar de que me había prometido, desde el principio, que no habría reglas, que cualquier cosa que me pasara tendría en él su lugar, el hecho es que desde hacía meses ya no me apetecía escribir.
Y es curioso, porque miles de entradas bullían en mi interior, quería hablar sobre muchísimas cosas, quería gritar al mundo lo que sentía, lo que pensaba, quién estaba descubriendo que era, mis dudas, mis certezas, mis cabreos, mis triunfos… pero en mi anterior blog yo ya no tenía lugar.
Cuando lo empecé, todavía me pensaba hetero. Y no pude encajar mi “transición” con naturalidad. Me era muy difícil explicar por qué de repente ya no sentía como verdad todo lo que había escrito sobre mí. Tampoco estaba segura de hasta qué punto lo era. Es fácil crear una falsa imagen de mujer confusa, pero muy difícil plasmar una genuina y sincera confusión. Y sobre todo, exponerse. Exponerse a que las personas que llevan varios años leyéndote dejen de opinar sobre tus entradas para empezar a opinar sobre ti.
Traté de salvarlo, de volver a empezar, cambiando formatos, fotografías, fondo, color… pero al final lo dejé. La persona que empezó aquel blog ya no se parecía a mí, la notaba ajena y mi nuevo yo necesitaba aire limpio para poder respirar.
Fue una noche de desesperación cuando se me ocurrió el título de “Encantada”. Quería empezar un blog con nueva energía, con una perspectiva positiva sobre mí, sobre mi homosexualidad; la perspectiva que empezaba a tener pero que tanto me costaba expresar. Imaginé el día en que pudiera presentarme ante todo el mundo como lesbiana, el día en que realmente estuviera encantada de haberme conocido, de estarme disfrutando, el día en que pudiera saludar con la mano de mi verdadero yo y decirle a cualquiera que se acercase a conocerme lo encantada que estaba de mostrarme como soy.
Pero ese día aún no había llegado, por eso elegí un burka como avatar. Podría decir muchas cosas, a cambio de no descubrir mi identidad. Ocultaría mi rostro bajo las rejas de tela mientras mi cuerpo desnudo se asomaba al exterior. Y aún así, significaba un respiro, porque en gran parte de mi vida real, sobre todo en la de entonces, el burka me cubría por entero, en forma de una presunción de heterosexualidad que me resistía a negar.
Y así fue como nació este blog.
Después de un año caminando a su lado he dicho muchas de las cosas que necesitaba decir, me he ido construyendo como mujer y he ganado en coherencia vital. Ahora me parece que tal vez no hubiera sido necesario huir, que podría haberme quedado donde siempre estuve porque yo he sido siempre lo que soy. Y sin embargo, entiendo que hoy pienso así sólo porque entonces me atreví a romper.
Y ahora que no necesito marcharme es cuando creo que estoy yendo hacia algún lugar.
Encantada de acompañarme en este viaje.
Felicidades, un espacio "encantador", que siga que siga
ResponderEliminarMuchas felicidadades :) espero que el blog cumpla muchos más para poder seguir disfrutando de tus experiencias como hasta ahora :)
ResponderEliminarRecién llego pero igual te felicito por el año. Muy lindo blog.
ResponderEliminarEn mi último post relato un cuento con un final supuestamente inesperado. Pero me gustaría conocer tu opinión.
Beso, rf.
Felicidades por ese primer año, y encantada de conocerte =D
ResponderEliminargracias por permitirnos acompañarte
ResponderEliminar(ah, y por supuesto, porque tu blog ha sido, aunque involuntariamente, un motivo de inspiración para que yo empezara el mío)
felicidades!!!
y que siga muchos años más
Felicidades por este año. La escritura sirve -también- para explicarse a una misma.
ResponderEliminarEncantada de poder leerte.
me gusta tu avatar tanto como tus palabras, todo lo que muestran y lo que ocultan, felicitaciones
ResponderEliminarhola
ResponderEliminarllegué aquí por casualidad y me ha gustado mucho tu manera de expresarte
te felicito por el blog y por ser una persona que lucha cada día por aceptarse, quererse y serle fiel a sus creencias e ideales
muy interesate lo que escribiste de las procesiones... aquí en méxico personifican el viacrucis con todo y que suban a un mono a la cruz, y a los que lo "azotan" la gente los repidudia de una manera irracional
no ven que sin la muerte y el dolor de jesús nosotros no seríamos tan dichoso ni tendríamos la facultad y el alvedrío de andar haciendo semejantes ridiculeses jeje
que estés muy bien :)
un cordial saludo
Muchas gracias, chicas. ¡Ojalá sigamos todas en el camino!
ResponderEliminarEsta es la primera vez que dejo un comentario, pero la verdad hace tiempo que leo tu blog y es uno de mis favoritos.
ResponderEliminarHas resultado muy inspiradora para mí y muchas veces me sentí identificada con tus palabras, siempre tan hermosas, correctas y , valga la redundancia, encantadoras.
Me ayudaste mucho, gracias!!
Todas las felicitaciones correspondientes!!
Larga vida al blog!
Hartos Besos!
Gracias a ti, y me alegro de que te hayas animado a escribir. Los comentarios son lo mejor de mis entradas :)
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