El otro día estaba viendo la tele distraída cuando apareció una noticia sobre el tango. Por supuesto, las imágenes iban acompañadas por el tan manido comentario acerca de la complementariedad entre hombre y mujer y su explicitación y celebración en el baile.
Amargada, una vez más, ante la teoría de la divina heterosexualidad, me acordé, de pronto, de haber leído en internet algo sobre unos talleres de tango que organizaban colectivos lésbicos en Sudamérica. Y como quien no quiere la cosa, empecé a sonreír y a soñar despierta con la subversión de mis compatriotas de invisibilidad, tan emocionada que a puntito estuve de levantarme y empezar a repartir cortes de manga frente al televisor.
Amargada, una vez más, ante la teoría de la divina heterosexualidad, me acordé, de pronto, de haber leído en internet algo sobre unos talleres de tango que organizaban colectivos lésbicos en Sudamérica. Y como quien no quiere la cosa, empecé a sonreír y a soñar despierta con la subversión de mis compatriotas de invisibilidad, tan emocionada que a puntito estuve de levantarme y empezar a repartir cortes de manga frente al televisor.
Tango sí, pero bollero.
¡¡Y todas tan encantadas!!
Estuve un año entero viviendo en Viena y me gustaría decirte que allí tuve el PLACER de encontrar una escuela de bailes de salón para PAREJAS DE MUJERES (link: http://www.resisdanse.at/index.htm me temo que sólo está en alemán).
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en tu protesta. ¿Has visto la escena del baile de tango en la película FRIDA? ¡Si eso no es el verdadero sentido del tango, entonces no sé cuál podría ser! :) Tango sí, pero bollero!
Me alegro de que existan más iniciativas de este tipo para que mujeres de todas partes puedan disfrutar de ese placer. Y espero que poco a poco se vaya matizando la teoría de la divina heterosexualidad.
ResponderEliminarMe apunto la peli, que no la he visto :-)
¡Gracias por visitarme!