La llave que permite desvelar el secreto que todas las mujeres conocen y, sin embargo, no conocen. El permiso para conocer los más profundos y oscuros secretos de la psique, eso que degrada y destruye estúpidamente el potencial de una mujer.
La mujer ingenua accede tácitamente a “no saber”. Las mujeres crédulas o aquellas cuyos lastimados instintos están adormecidos siguen como las flores la dirección de cualquier sol que se les ofrezca. La mujer ingenua o lastimada se deja arrastrar fácilmente por las promesas de comodidad, de alegre diversión o de distintos placeres.
Las mujeres refuerzan esta barrera o estas puertas siempre que se disuaden a sí mismas o se disuaden unas a otras de pensar o de indagar demasiado, pues “a lo mejor te encuentras con algo mucho peor de lo que pensabas”. Formular la pregunta apropiada constituye la acción central de la transformación. La pregunta clave da lugar a la germinación de la conciencia. La pregunta debidamente formulada siempre emana de una curiosidad esencial acerca de lo que hay detrás. Las preguntas son las llaves que permiten abrir las puertas secretas de la psique.
La joven e ingenua naturaleza empieza a comprender que, si hay algo secreto, si hay una sombra de algo, si hay algo prohibido, es necesario verlo. Para desarrollar la conciencia hay que buscar lo que se oculta detrás de lo directamente observable. La capacidad de resistir lo que averigüe permitirá a una mujer regresar a su naturaleza profunda, en la que todos sus pensamientos, sus sensaciones y sus acciones recibirán el apoyo que necesitan.
Una mujer puede tratar de ocultar las devastaciones de su vida, pero la pérdida de su energía vital no cesará hasta que identifique la verdadera condición del depredador y la reprima. Cuando las mujeres abren las puertas de sus propias vidas y examinan las carnicerías ocultas en aquellos recónditos lugares, suelen descubrir que han estado permitiendo la ejecución sumaria de sus sueños, objetivos y esperanzas más decisivos. El depredador natural se ha estado dedicando a destruir metódicamente los más profundos deseos, inquietudes y aspiraciones de una mujer.
Siempre que acecha y actúa el depredador, todo se descarrila, se derrumba y se decapita. Esta es la razón de que las mujeres que se fijan unos objetivos aquí, allí o donde sea en tal o cual momento jamás cubren ni siquiera la primera etapa del viaje, o lo abandonan al primer obstáculo. Esta es la razón de que todas las dilaciones que dan lugar a un aborrecimiento tan grande de sí mismas, todos los sentimientos de vergüenza que tanto se enconan debido a la represión de que han sido objeto, todos los nuevos comienzos que tan necesarios resultan y todos los objetivos que hace tiempo hubieran tenido que alcanzarse jamás lleguen a buen término.
Se trata de un poderoso proceso arquetípico de la psique femenina. La mujer posee una percepción suficiente y, aunque al principio accede a casarse con el depredador natural de la psique femenina, al final consigue librarse de él, pues ve la verdad que se encierra en todo aquello y es capaz de afrontarla conscientemente y tomar medidas para resolver la cuestión.
Y ahora viene el paso más difícil, el de poder soportar lo que se ve: la propia autodestrucción.
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[continuará...]
Clarissa Pinkola Estés, Mujeres que corren con los lobos.
Hola Encantada,
ResponderEliminarA medida que va avanzando la lectura de los extractos que publicas de este libro me siento cada vez mas incomoda, la lectura de los mismos me produce un nudo en el estomago y hasta dolor de espalda.
Pero lectura por demas interesante de todas maneras, me estoy animando a comprar el libro para leerlo completo.
Saludos!
Te recomiendo que leas el libro, yo sólo he publicado algunos extractos mínimos y un tanto descontextualizados. Pero el libro es mucho más enriquecedor, por supuesto.
ResponderEliminarNo te preocupes por el nudo que sientes, seguramente señale que tienes una verdad por descubrir. Ten valor para hacerlo, para seguir avanzando, no temas: nada malo puede salir de tu interior.
Yo seguiré publicando, espero que te ayude :)