sábado, 22 de noviembre de 2008

El depredador interior

En un ser humano hay muchos otros seres, todos con sus propios valores, motivos y estratagemas. Nuestra tarea no es corromper su belleza natural sino construir para todos esos seres una campiña salvaje en la que los artistas que haya entre ellos puedan crear sus obras, los amantes puedan amar y los sanadores puedan sanar.

Pero, ¿qué vamos a hacer con todos estos seres interiores que siembran la destrucción sin darse cuenta? Hay que dejarles sitio incluso a ellos, pero un sitio en el que se les pueda vigilar. Uno de ellos en particular, el más falso y el más poderoso fugitivo de la psique, requiere nuestra inmediata atención y actuación, pues se trata del depredador natural.

Si bien la causa de una considerable parte de los sufrimientos humanos se puede atribuir a la negligencia, hay también en el interior de la psique una fuerza innata contraria a la naturaleza, a lo positivo: el desarrollo, la armonía y lo salvaje. Es un sarcástico y asesino antagonista que llevamos dentro desde que nacemos y cuya misión es la de tratar de convertir todas las encrucijadas en caminos cerrados.

Este poderoso depredador aparece una y otra vez en los sueños de las mujeres y estalla en el mismo centro de sus planes más espirituales y significativos. Aísla a la mujer de su naturaleza instintiva. Y, una vez cumplido su propósito, la deja insensibilizada y sin fuerzas para mejorar su vida, con las ideas y los sueños tirados a sus pies y privados de aliento.

Todas las mujeres tienen que aceptar que tanto dentro como fuera existe una fuerza que actuará en contraposición de los instintos naturales del Yo y que esa fuerza maligna es lo que es. Aunque nos compadezcamos de ella, lo primero que tenemos que hacer es reconocerla, protegernos de su devastadora actuación y, en último extremo, arrebatarle su energía asesina. Todas las criaturas tienen que aprender que existen depredadores. Sin este conocimiento, una mujer no podrá atravesar su propio bosque sin ser devorada. Comprender al depredador significa convertirse en un animal maduro que no es vulnerable por ingenuidad, inexperiencia o imprudencia.

Entre los lobos, cuando la hembra deja a las crías para ir a cazar, los pequeños intentan seguirla al exterior de la guarida y bajar con ella por el camino. Entonces ella les ruge, se abalanza sobre ellos y les pega un susto de muerte para obligarlos a huir y regresar corriendo a la guarida. La madre sabe que sus crías aún no saben valorar y sopesar a otras criaturas. Ignoran quién es el depredador y quién no. Pero a su debido tiempo ella se lo enseñará por las buenas y por las malas. Como los lobeznos, las mujeres necesitan una iniciación parecida en la que se les enseñe que los mundos interior y exterior no siempre son unos lugares placenteros.

La aquiescencia a casarse con el monstruo se produce en realidad cuando las niñas son muy pequeñas, generalmente antes de los cinco años. Se las enseña a no ver y a considerar “bonitas” toda suerte de cosas grotescas tanto si son agradables como si no. Estas enseñanzas iniciales a “ser amables” inducen a las mujeres a pasar por alto sus intuiciones. En este sentido, se las enseña deliberadamente a someterse al depredador.

Cuando el espíritu juvenil se casa con el depredador, la mujer es apresada o reprimida en una época de su vida inicialmente destinada al desarrollo. En lugar de vivir libremente, la mujer empieza a vivir de una manera falsa. La falaz promesa del depredador es la de que la mujer se convertirá en cierto modo en una reina, siendo así que, en realidad, se está planeando su asesinato.

Mientras se obligue a la mujer a creer que está desvalida y/o se la adiestre a no percibir conscientemente lo que ella sabe que es cierto, las dotes y los impulsos femeninos de su psique seguirán siendo exterminados.

Existe un medio para salir de todo eso, pero hay que tener una llave.

[continuará...]

Clarissa Pinkola Estés, Mujeres que corren con los lobos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque no de es lo mismo, o si... Tu texto me recuerda lo que dice lorde en "lo erótico como poder" en el sentido de que por condicionamiento se nos ha obligado a renunciar a mucho, sobretodo a no aceptar nuestro propio poder, paso indispensable para poder ser seres subyugables:

"...Lo erótico es un recurso dentro de cada una de nosotras que descansa en un nivel profundamente femenino y espiritual, firmemente enraizado en el poder de sentimientos no expresados o no reconocidos. Para perpetuarse, toda opresión debe corromper o distorsionar las fuentes de poder, en el interior de la cultura del oprimido, que puedan proporcionar energía para el cambio. Para nosotras, esto ha significado una supresión de lo erótico como fuente de poder y conocimiento en el interior de nuestras vidas.

Se nos ha enseñado a desconfiar de este recurso, que ha sido envilecido y devaluado en la sociedad occidental. Por un lado, lo superficialmente erótico ha sido difundido como signo de inferioridad femenina; por otro, a las mujeres se les ha hecho sufrir y sentirse despreciables y sospechosas en virtud de la experiencia de lo erótico. De ahí hay sólo un paso a la falsa creencia de que solamente por la supresión de lo erótico dentro de nuestras vidas y de nuestras conciencias las mujeres podemos ser realmente fuertes. Como mujeres, hemos llegado a desconfiar de ese poder que surge de nuestro más profundo e irracional conocimiento. Pero lo erótico ofrece un pozo de fuerza para la mujer que no teme su revelación"...

La Mama de Patito dijo...

Hola Encantada!

Sabes? yo he llegado a la conclusion de que el depredador mas despiadado de una mujer, quien la persigue para destrozarla a la menor provocacion es siempre otra mujer.

Y desde un inicio es asi...quien la condiciona? quien la maleduca?, quien la persigue para saber porque no tiene novio o porque no se casa? quien la persigue para "enseñarle" como cuidar a su bebe recien nacido porque ella "no sabria como hacerlo"...si, una mujer.

Porque de un hombre podemos aprender a defendernos, muchas incluso se mimetizan con ellos para poder sobrevivir, pero de una mujer dificilmente podremos hacerlo, ya que son competidoras natas... a mi en lo personal este pensamiento es lo que me da mas tristeza.

Dicen por ahi que no hay peor machista que una mujer machista y desafortunadamente lo he podido comprobar en muchas ocasiones a lo largo de mi vida.

Creo que es de esa competencia malsana (primeramente)de lo que tenemos que aprender a defendernos, para convertirla en sinergia.

Saludos

Anónimo dijo...

A una mujer machista también se le ha hecho... NO nos confundamos si existen las mujeres machistas es porque son una construcción del heteropatriarcado. No se han criado por generación espontánea son siglos de condicionamiento. Y ser uan mujer machista es precisamente una de las negaciones más patentes del propio poder.

Anónimo dijo...

Las discriminaciones de mano de l@s mism@s oprimid@s. Las víctimas en muchas ocasiones no ven precisamente aquello que les oprime. Os dejo un enlace muy interesante:
http://www.veganactivist.net/es/?itemid=389

Un saludo.

marga dijo...

muy interesante
no lo conocía

gracias

encantada dijo...

Gracias por vuestras reflexiones, chicas. Yo también creo que, en numerosas ocasiones, las víctimas de una discriminación no ven que son discriminadas, o no lo quieren ver, o dicen ser felices a pesar de su falta de libertad y derechos...

Cada secuestro emocional tiene su síndrome de Estocolmo :(

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