lunes, 1 de junio de 2009

¡Blogueando por nuestras familias!

Desde que conocí la iniciativa, tenía muchas ganas de participar en el Día para bloguear por/para/sobre/de las familias LGBT que se promociona desde Mombian y que tantos blogs amigos secundan; y como este año pude enterarme a tiempo gracias a Las Dos Mamis, aquí va una entrada para celebrar la existencia de todas las familias diversas, y en especial, ¡las nuestras!

Mi novia y yo planeamos desembarcar en la gran aventura de ser mamás dentro de unos dos años (aunque nunca se sabe). Pero antes de iniciar tamaña gesta, tenemos una lista no escrita (¡hasta hoy!) de cosas que hacer para allanarnos el camino, a nosotras y a los que vengan.

Y la lista dice así:

1. Comprarnos una casa. La verdad es que nunca terminamos de estar de acuerdo en si es verdaderamente necesario hacerlo, ni en cómo, ni en cuándo. Nuestro principal quebradero de cabeza es, evidentemente, la hipoteca. Firmar un papel que te sentencia económicamente para los próximos 30 (en el mejor de los casos) años no resulta plato de buen gusto, e implica una serie de decisiones trascendentales que a dos repensadoras profesionales como nosotras nos parece imposible asumir. ¿Campo o ciudad? ¿Clase media o proyecto alternativo? ¿Urbanización o plaza? ¿Barrio nuevo o barrio viejo? ¿Y los vecinos? ¿Y los colegios? ¿Y…? Todo ello a sabiendas de que nuestra decisión está limitada por lo que realmente nos podamos permitir, y lo que hayamos logrado ahorrar, que nunca parece suficiente.

2. Casarnos. Este punto tampoco nos convence demasiado. Por un lado, no terminamos de compartir visiones sobre la manera en que queremos hacerlo: ¿ceremonia o mera firma? ¿invitados? ¿vestidos? ¿anillos? Por otro lado, la opción matrimonio resulta fundamental si queremos tener hijos a través de algún método de reproducción asistida; pero, ¿y si queremos adoptar? ¿No nos restará oportunidades? ¿O es mejor casarse de todas formas y reivindicar nuestros derechos, sin hacerle el juego a las políticas homófobas (inter)nacionales?

3. Ser visibles. Sobre todo, en el trabajo y en la familia extensa, dos ámbitos que hemos empezado a explorar recientemente. La verdad es que las dos tenemos bastante claro que nuestra propia autoaceptación es una condición sine qua non para ser mamás. No queremos que nuestros hijos paguen por nuestras inseguridades, nuestros miedos, nuestra homofobia interiorizada. Y por supuesto, nos negamos totalmente a mantener en secreto la existencia de nuestra familia. La integración empieza por nosotras mismas, y este es un trabajo que sólo nosotras podemos hacer. Ahora bien, ¿cuándo? ¿cómo? ¿dónde está ese punto de no retorno en el que salgamos del armario escopetadas y no volvamos a entrar nunca más? Aunque pensando en nuestros hijos nos llenamos de fuerza y esperanza, somos conscientes de que todavía nos queda mucho por andar.

Supongo que en el fondo esta lista no es más que un intento por tenerlo todo atado y bien atado antes de atrevernos con la maternidad. Sin embargo, ¿acaso no es siempre este un salto en el vacío, sobre una piscina quién sabe si llena o vacía, hacia un futuro insospechable, netamente por escribir? Así nos parece muchas veces, y por eso nuestro camino se siembra de dudas, de reflexiones acerca de lo realmente importante, de lo verdaderamente imprescindible, de lo absolutamente necesario. Y quizá porque ya lo tenemos en nuestras vidas es por lo que nos atrevemos a imaginar el futuro de nuestra familia: una familia llena de AMOR.

¡Encantadas!

6 comentarios:

Factorizada dijo...

sin duda os faltan algunos pasos, pero yo creo que con ilusión todo se puede conseguir. Besos.

marga dijo...

tranquilas chicas, todo se ve más claro con el tiempo, de a poco, se va haciendo camino al andar, lo que hoy parece un sueño imposible mañana será pasado y casi no recordarán haber transitado ese camino, o se quedarán sólo con los buenos recuerdos

voto porque compren una casa sin agobiarse... buscando. sí, pero sin ponerle presión al tema, van a ver que así un día se mirarán y dirán: es esta!!!

lo del matrimonio ya es más personal, yo elegiría casarme, pero no veo mal la otra opción según lo justificaron

y lo tercero, bueno ya saben lo que pienso, yo que estuve ahí adentro no obligaría a salir a nadie, a pesar de que muchas creen lo contrario
creo que el momento justo para salir completamente del armario es cuando te das cuenta de que tu vida es tu vida y de que no tienes que darle explicaciones a nadie, y creo que esa claridad sólo puede dártela haber vivido cosas muy fuertes

besos!

Verónica dijo...

L aperseverancia y las ganas que teneis son fundamentales...

ANIMO!!!!

besotes de esta peke.

pd: te espero por mi rincon con una taza de cafe, si gustas...

encantada dijo...

Gracias, chicas, por vuestros comentarios.

Marga, coincido en todo lo que has dicho: la casa, con tiempo; el matrimonio, sí gracias; la salida del armario... ¡cuando, sencillamente, ya estemos fuera! Me gustó mucho compartir contigo estos puntos de vista :)

Erari dijo...

me parece que están haciendo todo muy bien, que bueno que se den a la tarea de planear las cosas, esa es la mejor manera de empezar a formar una familia, cosa que muy pocas parejas hacen por lo que no me queda más que felicitarles y desearles lo mejor! :)

encantada dijo...

La verdad es que planeamos mientras el momento llega... o quizás porque no llega... Yo creo que también está bien tirarse un poco a la piscina, porque no se puede tener todo controlado, pero mientras damos el salto... llenamos el tiempo haciendo planes :)

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