Hace poco más de un mes, la apacible vida familiar que hasta entonces llevábamos mi novia y yo se vio trastornada por la llegada de esta bolita:
Nuestra cuñada se lo encontró cerca de su Universidad. Se había quedado atrapado dentro de un tubo de aluminio y no paraba de maullar. Con gran riesgo para su integridad física (pues la bolita se defendía con uñas y dientes), decidió sacarlo y llevárselo a casa. Estaba sucio, asustado y muy muy hambriento.
Una vez a salvo, lo limpió cuidadosamente con una toalla húmeda y descubrió que su color no era tan oscuro como le hacía parecer la gran cantidad de mugre que llevaba encima: era un gatito siamés medio pelón al que todavía se le notaba la piel rosadita. En cuanto pudo, lo llevó al veterinario para que lo desparasitara, y este le dijo que tenía entre dos meses y dos meses y medio.
Mientras nuestra cuñada y el gatito vivían esta increíble aventura, yo leía un cuento para niños protagonizado por un perrito que viajaba a la Luna. Llevaba ya varios meses pensando en adoptar un perro o un gato, pero no conseguía decidirme por ninguno de los dos. El perrito que viajaba a la Luna, sin embargo, me ayudó a tener una cosa clara: fuera cual fuera la especie que adoptase, le pondría su nombre.
Al día siguiente, mi novia recibió una llamada de su hermano. "¿Queréis adoptar un gatito?". A ella le pareció una locura, pero yo no pude resistirme a plantearme la posibilidad de hacerlo. Todavía no tenía claro si quería adoptar un perro o un gato, pero me daba en la nariz que, ante mi exasperante indecisión, el destino iba a decidir por mí. "¿Sabes?", le dije. "Si adoptamos el gatito, ya tengo pensado un nombre".
Entonces nuestra cuñada decidió darnos un empujón: nos mandó un mensaje de texto con una foto de la bolita corriendo hacia la cámara. Y unas palabras que me licuaron el corazón: "Gatito busca mamás". "¡Dile que sí! ¡Dile que sí!". Aunque no tuviera ni idea de cómo cuidar a un gato, se me hacía imposible resistirme a tenerlo entre mis brazos.
Dos días después, cuando llegué a casa, escuché las voces de mis cuñados en el salón. Solté el bolso de golpe y atravesé el pasillo corriendo. La bolita ya estaba allí. Me senté en el sofá y nuestra cuñada me la puso en el regazo. Yo lo acaricié, él me maulló y se quedó dormido. Mi novia y yo intercambiamos una mirada sonriente.
Habíamos adoptado a V.
Y aunque a nadie le guste el nombre que le he puesto, yo sé que ambos (el gatito y su nombre) vinieron a mí.
Encantada.
10 comentarios:
Ya veréis cómo os endulza la vida (no exenta de sus peculiaridades)
Es el día de los KITTYSSSSSS
Ultimamente a todas nos da por incluir un felino en nuestra vida. La mía ya es adulta y no se deja coger, ni se me sube encima. Disfrutar mucho del pequeñín!!
Los gatos son el gran amor de mi vida animalista... tuve una que me vivió 19 años y que aún echo de menos. Aunque hoy en día solamente tenemos perros viviendo en casa (somos sus humanas de compañía), tengo un montón de sugerencias para el cuidado de los gatos. Si quieres podemos hablar del tema, tú dirás.
¡Enhorabuena! Decía un poeta mexicano que un gato es "un pedazo de selva en casa"... ¡tenía razón!
Para mí sigue siendo la mejor descripción que me he encontrado de lo que es convivir con un gato :)
besos
Qué bonito que es!!!!! La vida familiar (o casi familiar =)) de mi novia y mía también se ha visto transformada por la llegada de otro inquilino... Postearé próximamente acerca de ella... Y, al igual que vosotras, estamos super contentas ^^.
Disfrutad de vuestra bolita (que es una monada).
Muchos besos para los 3 =D
¡Qué monada!
Mi gata era clavadita cuando vino a casa. No tengáis miedo, cuidar de un gato más sencillo de lo que parece. Es molesto cuando vomitan o cuando hay que cambiarles la arena pero si le dais mucho cariño os responderá también con cariño y pasaréis momentos inolvidables.
¡Enhorabuena!
Hola Encantada:
FELICIDADES!!!! No sabes cuánto me alegro.
Nosotras vivimos con un perrito y un gatito.
Sobre gatos puedo informarte mucho, si quieres te envío algunas indicaciones relevantes. Pare empezar, debo decirte que tengáis cuidado total con las ventanas y balcones, en cuanto toman confianza saltan, trepan y son auténticos pillos. Y que la cebolla y el limón son perjudiciales y peligrosos para ellos, de modo que al cocinar debéis tener cuidado con este tipo de alimentos para que no se nos caigan y el gatito los ingiera.
Hay muchos más consejos!! De todas formas, cuando le llevéis al veterinario/a hacedle todo tipo de preguntas, que os informe bien de todo.
Ays!! Qué alegría me ha dado este post!!!
Todo mi cariño para los/as tres!!!
qué bonito! mucho trabajo pero muchas alegrías que dan... aunque lo mío es un perro
¡Muchas gracias, chicas!
La verdad es que ya nos vamos conociendo y más o menos creo que estamos cuidando y educando bien a nuestro gatito.
De todas formas, ¡cualquier consejo es bienvenido! Seguro que hay mil cosas que se nos escapan.
Todavía se me cae la baba cuando miro esa foto. ¡Y eso que ya está el triple de grande! :D
ayyy yo tuve uno igual se llamaba Rabete porque solo se le veia la cola (el rabo)el problema era que no crecía, siempre tenía frío y se me subia encima para meterse debajo de mi jersey
ainsss qué recuerdos
Yo ya tengo dos adoptados y no me arrepiento, son como mis bebes.
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