V dormidito. |
Antes de que V viniera a vivir con nosotras, yo ya pensaba que los animales de la misma especie eran distintos entre sí, a pesar de compartir un mismo instinto. Los perros, las vacas, los elefantes... pueden ser curiosos, nerviosos, valientes, cobardes, cariñosos, solitarios... y todos comparten una naturaleza parecida. Después de conocer a V, no me queda ninguna duda de que los animales no viven en un maremágnum de estímulos y respuestas indisolublemente asociados, sino en un universo rico en experiencias complejas. Como los seres humanos. Y, como nosotros, ellos también tienen su personalidad.
En el caso de V, se puede decir que es un gatito muy familiar. Le gusta estar siempre con nosotras, y cada vez que descubre que hemos cerrado una puerta, se planta delante de ella a maullar hasta que le abrimos. Corre a saludarnos cada vez que llegamos a casa, aunque estuviera profundamente dormido y venga estirándose y bostezando por el pasillo. También suele despedirnos cuando nos vamos, sobre todo cuando se va a quedar solo; entonces maúlla enfadado y se sienta frente a la puerta como si quisiera mostrarnos que está listo para venir con nosotras adonde sea. Además, no le suelen gustar las actividades que le excluyen, como leer o utilizar el ordenador; si llevamos mucho tiempo sin hacerle caso, se tumba encima del libro o del teclado y se pone panza arriba para que lo acariciemos.
Uno de sus momentos preferidos para jugar: mientras hacemos la cama. |
Pero V es también un gatito maniático y testarudo. Cuando ha cogido una postura para dormir la siesta con nosotras, le molesta enormemente que nos movamos, y nos lo hace saber a base de mordiscos. No le gusta beber agua que no esté limpia y cristalina, así que se puede tirar un día entero sin beber porque él mismo ha echado una croqueta de pienso en su cuenco. Es bastante común que nos mire atentamente mientras le limpiamos su arena, y que, cuando terminamos la operación, se meta sin remilgos en el arenero para hacer sus necesidades a lo grande. Tampoco le gusta que le prohibamos subirse o meterse en ningún sitio: se agarra fuertemente a donde puede y no se suelta ni aunque le tiremos de la cola. Si al final logramos moverle, se va enfadado y a los pocos segundo regresa para mordernos.
Convivir con V me ha permitido reafirmar gran parte de mis ideas acerca de los animales, y creo que cualquier persona que tenga una relación estrecha con uno de ellos no podrá negar que siente, que sueña, que piensa, que se comunica. Y que lo hace de una manera única, original e irrepetible; o, al menos, tan única, tan original y tan irrepetible como lo hacemos nosotros, los seres humanos.
6 comentarios:
Encantada de leer esta entrada. Yo hace solo unos años que tengo una gata, que he aprendido cómo se comportan en contrapunto con los perros (aunque esta mía se ha criado con mi perra y tiene algunas actitudes perrunas xD) y he de decir que me he sorprendido gratamente. Son geniales.
Has descrito a mis marramiaus!!! Ya verás si os vais de viaje cómo se meten en la maleta si la dejas abierta sobre la cama (o en cualquier sitio) :) Es precioso ese siamés.
V se parece a Lúa mi siamesa que tiene un carácter completamente diferente a Zoe, la mezcla de Himalaya y Persa.
Efectivamente cada una tiene su carácter, sus gustos, sus manías y te las comunican. Es pura convivencia, como si fuera con humanos. Cada una maulla a su manera y te quieren a su manera. Eso si, a mí se me cae la baba igual por las dos.
Gracias por haber compartido estas ViVencias!
Palabra clave...teincat jajaja
V es una preciosidad y ustedes son muy afortunadas de tener ese "pedazo de selva en casa"
besitos
se parece muchísimo a nuestro gato más chico... es un pegote mal... eso sí lo único que no le permitimos es que muerda, aunque lo intenta, porque ya tuvimos uno mordedor y lastimaba a todo el mundo
besos! adoro a los gatos ;)
Es dulcísimo...que maravilla de animalito!!. Felicitaciones.
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