Y ahí estaba yo, lamentándome por mis desgracias, preguntándome por qué todo en mi vida tiene que ser siempre tan difícil, por qué las oportunidades han de disfrazarse de problemas e inconvenientes, por qué me ocurren cosas que yo nunca pedí que me ocurrieran, por qué termino tantas veces acurrucada en el sofá, lloriqueando, en vez de salir ahí fuera y pelear duro, y sobre todo, clamando contra este castigo divino que el cielo me ha enviado en forma de una llaga horrible que me tiene inutilizada la lengua, que me obliga a hablar como gangosa, que no me permite comer lo que más me apetece, y que encima, me hace babear cual anciana senil antes de tiempo…
Lo dicho: ahí estaba yo, lamentándome por mis desgracias, cuando me he encontrado con la frase maravillosa que acompaña la imagen de arriba: “If you want the rainbow, you gotta put up with the rain” (‘si quieres el arco iris, debes soportar la lluvia’), frase que atribuyen a alguien en concreto, pero que yo creo que es una creación popular donde las haya.
Y entonces me he dado cuenta de que sí, de que yo quiero el arco iris, quizá porque no puedo decidir no tenerlo, quizá porque sólo puedo elegir entre lluvia con o lluvia sin arco iris, quizá porque alguien preparó para mí este contrato vital y yo sin leer la letra pequeña lo firmé, o quizá porque me da la real gana, porque es bonito, poético, diferente, y porque le da a mi vida un sentido tan brutal que ya no sabría vivir de otra manera.
Quiero el arco iris, elijo el arco iris, me voy a dar un atracón de arco iris, con llaga, depresión y llantina incluidas.
Y a pesar de las babas, las ojeras y las lágrimas, voy a estar encantada.
Lo dicho: ahí estaba yo, lamentándome por mis desgracias, cuando me he encontrado con la frase maravillosa que acompaña la imagen de arriba: “If you want the rainbow, you gotta put up with the rain” (‘si quieres el arco iris, debes soportar la lluvia’), frase que atribuyen a alguien en concreto, pero que yo creo que es una creación popular donde las haya.
Y entonces me he dado cuenta de que sí, de que yo quiero el arco iris, quizá porque no puedo decidir no tenerlo, quizá porque sólo puedo elegir entre lluvia con o lluvia sin arco iris, quizá porque alguien preparó para mí este contrato vital y yo sin leer la letra pequeña lo firmé, o quizá porque me da la real gana, porque es bonito, poético, diferente, y porque le da a mi vida un sentido tan brutal que ya no sabría vivir de otra manera.
Quiero el arco iris, elijo el arco iris, me voy a dar un atracón de arco iris, con llaga, depresión y llantina incluidas.
Y a pesar de las babas, las ojeras y las lágrimas, voy a estar encantada.
3 comentarios:
ah qué feo es eso!!! a mí me pasó algo parecido una vez que vero estuvo internada
que te cures pronto
y que disfrutes, sin llaga, de tu arcoiris
bss
Espero que te recuperes muy prontito. Te recomiendo tomar 1 gramo de vitamina C diario por unos meses y buches con antiséptico tres veces al día por una semana. No suena nada poético, pero funciona. Al final de cuentas, nuestra boca es la puerta al paraíso o a veces, lo opuesto. Saludos y que viva el arcoiris.
!Me encantó la frase! Amo la lluvia y lo que representa para mi: el tiempo de llorar y lamentarse, para luego disfrutar, renovada de energías, del arcoiris.
No sabes cuanto he leído y releído estas entradas con etiqueta "identidad" ni lo mucho que me han servido para entenderme a mí misma. Que bien saber que no se es la unica.
!Felicitaciones por el blog! Me encanta :)
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