Cabecera de la mani: Zerolo, la Ministra de Igualdad, Cándido Méndez (con cara de "voy a ser el hazmerreír de la próxima asamblea"), andaba por allí pero no se le ve a Gaspar Llamazares, también el presidente de la FELGT, etc.
Si tuviera que adjetivar el Orgullo de este año, lo consideraría un Orgullo “tranquilo”. Mi novia y yo fuimos a la manifestación con otra pareja de mujeres lesbianas amigas nuestras, y elegimos la segunda pancarta de la cabecera para hacer la marcha, la de las “3000 lesbianas visibles” (que no sé yo si fuimos 3000, pero sí muchas lesbianas y sí muy visibles). Me gustó esa manera de reivindicarnos, porque este año no me quedé con el regusto amargo de todos los Orgullos, cuando siento que, aunque las lesbianas estemos allí, seguimos demasiado diluidas entre el gentío. El sábado íbamos todas juntas, y nos hacíamos notar. Había algo especial en el ambiente, supongo que nuestra mera presencia, pero era algo de lo que emanaba mucha fuerza, y sobre todo, mucho ORGULLO.
Desde luego, para mí este ha sido el Orgullo más orgulloso. En cuanto pisé la calle Alcalá junto con mi novia, sentí una gran energía invadiendo todo mi cuerpo. No necesité ni medio segundo para darme cuenta de qué era lo que me estaba pasando, lo supe enseguida: YA NO TENÍA MIEDO. Así de sencillo y así de poderoso. De pronto, me daba todo igual. Sí, todavía podía encontrarme a Patatín y a Patatán, mi cara seguiría saliendo en la portada de un periódico o ilustrando cualquier reportaje televisivo, claro que todo el mundo a quien yo no veía ni controlaba podía verme y controlarme a mí mientras me abrazaba con fuerza a mi novia, por supuesto que aún existía la posibilidad de matar a mi abuela de un infarto pero... ¿es que acaso no tengo derecho simplemente a SER? ¿Es que he de pasar el resto de mi vida escondida sin pasearme por la calle como cualquiera? No sé, de pronto tuve la certeza de que eso era lo correcto, y de que todos los miedos que me lo impiden cada día, en boca de los demás o en mi propia cabeza, sencillamente no tienen razón.
¿Que las mujeres no podemos tocar qué?
A cambio, en la zona en donde nosotras marchamos apenas sufrimos la presencia de drag queens o similares. Repetiré lo de todos los años: me parece bien que ellos también salgan a la calle y que el Orgullo tenga su punto de fiesta. Lo que no me parece bien es que ellos acaparen más atención que el resto, cuando los que marchamos sin disfrazarnos somos más; no me parece bien que la gente vaya a verles a ellos cuando ¡joder! van disfrazados, mientras que el resto damos la cara, la cara de cualquiera que tiene cualquier persona homosexual; y sobre todo, no me parece bien que en su nombre se haya rebautizado una manifestación con el nombre de “desfile”, nombre que nos desprestigia, que se mofa de nuestras reivindicaciones, que nos cosifica y que permite la preeminencia de la homofobia que al menos algunos deseamos combatir. Además, era el año de las lesbianas, y lesbianas y drag queens es de lo más antitético que hay.
Alguna bandera sí que hubo, sí.
Otro punto muy interesante para mí fue la asistencia de un grupo de madres lesbianas que se manifestaron de forma conjunta. Creo que no podían faltar dentro de una manifestación que reivindicaba la visibilidad lésbica, y desde luego que su presencia no defraudó.
"Soy lesbiana, soy visible" de COGAM, llegando a Plaza de España.
En fin, un Orgullo más, con más orgullo, más alegría, más tranquilidad. Qué lejos queda el Europride... ¡y que no vuelva! Este año, al menos, se podía caminar tranquilamente, sin empujones, sin más público que manifestantes, sin sentir Madrid tan ajena, porque aunque sea capital y blablabla, para algunos es simplemente nuestra pequeña gran ciudad, el lugar donde queremos revindicar nuestro derecho a ser para después poder ejercerlo.
Una foto al público... ¡jojojo! No pude resistirme.
Encantada de seguir luchando por nuestra visibilidad.
4 comentarios:
Que lindo! Me encantan estas marchas. Nunca pude ir a una taaan grande, pero la verdad es que tanta diversidad en un mismo lugar, comparada con el aburrimiento uniforme en el que vivo, me alegra la vida... =p
Super esa experiencia!!!!!
Enhorabuena por tu Visibilidad Valiente, la mía fue una visibilidad un poco difuminada, pero por lo menos el domingo me dejé caer por ahí. Saludos
A mí me encanta que compartamos las marchas a las que asistimos, grandes o pequeñas todas son igual de importantes, ¡y nosotras estamos allí!
Toda visibilidad es Visibilidad, así que ¡enhorabuena!
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