jueves, 2 de octubre de 2008

Normalidad, diversidad, dignidad... ¡felicidad!

Un juez decreta prisión incondicional para la ex-gerente del Consorcio de Desarrollo Económico de Baleares y su esposa.

Necesité leer varias veces el titular de las noticias hasta cerciorarme de que la primera impresión de mi cerebro era cierta: se trataba de una mujer y su esposa. Después, me dediqué a leerlo compulsivamente hasta que desapareció de la pantalla: ¡se trataba de una mujer y su esposa!

Entonces decidí que acababa de asistir a un suceso normal.

Para mí, la normalidad es eso: que se hable de un matrimonio de mujeres (esta vez, implicadas en una trama de corrupción; otra vez, por otros motivos) sin subrayar su carácter extraordinario, tal y como se haría con un matrimonio heterosexual. Y sin utilizar la palabra “lesbiana”, ya que, en este caso, lo relevante no es su orientación sexual, sino el hecho de que se hayan dedicado a malversar fondos públicos y unas cuantas lindezas más.

Para mí, eso es también el respeto a la diversidad: porque una puede ser lesbiana y muy buena persona, o también lesbiana y corrupta, o asesina, o timadora profesional. Y es que el hecho de ser lesbiana, por mucho que a algunos les gustase que ocurriera lo contrario, no implica nada más allá de que te gusten las mujeres. Nada. Absolutamente nada. Porque las lesbianas somos tan diversas como los demás.

Para mí, finalmente, el tratamiento que ha recibido esta noticia significa dignidad: dignidad para todas las lesbianas que no queremos que se nos asocie con unas mujeres corruptas sólo por compartir con ellas nuestra orientación sexual; dignidad para todas las que merecemos que nuestros matrimonios reciban un trato igualitario con los tradicionales, para la bueno y para lo malo, como derecho y como deber, exactamente lo que ocurriría con un matrimonio heterosexual.

Creo que con este suceso las lesbianas hemos avanzado un poquito más.
Y la lucha contra la corrupción, también.

¡Encantada!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace dos días me ocurrió lo mismo que estás comentando cuando leí la noticia. También me quedé ojeándola varias veces para cercionarme si realmente la persona de la que hablaban no era un hombre.
Estamos tan acostumbradas a lo de siempre, a soportar la "etiqueta" por delante del hecho, que cuando se trata el tema con naturalidad, hasta nos sorprende e intentamos pellizcarnos para ver si es verdad lo que estamos leyendo.
Me empieza a sorprender gratamente el trato que estamos recibiendo en algunos medios de comunicación (no en todos, lógico) pero se nos tiene mucho más en cuenta.Parece que empezamos a existir de puertas para afuera.
De todos modos, todavía queda mucho para lograr un reconocimiento social pleno y para eso, somos nosotras principalmente las que debemos luchar por la causa,actuando sin tapujos, destrozando armarios y procurando ser cada día un poco más visibles. Personalmente sé que cuesta mucho,a cada una en unos entornos, con determinada gente, pero hemos de procurar hacer nuestra vida tal y como nos gustaría vivirla, cumpliendo anhelos, con menos miedos y más VISIBLES.

Matilde dijo...

Muy interesante, déjame decirte.

Comparto contigo este hecho de que ser lesbiana no significa nada más que te gusta una chica, y que puedes ser tan diversa como cualquier otro ser humano.

Muy bueno,
me voy feliz.

marga dijo...

estoy de acuerdo

me encantó!!!

lástima lo que hicieron ellas ^^

encantada dijo...

Gracias por vuestros comentarios, chicas. Noticias como esta son pequeñas batallas ganadas en la lucha diaria y siempre vienen bien para animarse :)

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