Esta es una frase que me repito mucho últimamente, sobre todo cuando veo el telediario. "Contra el PP se vive mejor". Porque cuando gobierna quien tiene tus simpatías, o incluso tu voto, sufres una tensión constante ante cada declaración, ante cada norma. ¿Representarán (aunque sea mínimamente) mis valores? ¿Harán alguna barbaridad en mi nombre? Sin embargo, ahora que gobiernan "los otros", no espero nada, así que nada me resulta decepcionante. E incluso, en ocasiones, me llevo alguna que otra alegría. Como con las declaraciones del Ministro de Justicia sobre el Matrimonio Igualitario.
No nos engañemos: después de vivir tantos años bajo su mandato, sé de buena tinta que este hombre tiene muchos pies de los que cojear. Al contrario que a numerosos votantes de la oposición, a mí no me cae nada simpático. En Madrid estamos en la ruina gracias a él, los parquímetros nos acosan en cada esquina y ya es la tercera vez consecutiva que el Comité Olímpico nos va a decir que no. Todo un bochorno. Sin embargo, el señor Gallardón ha tenido sus aciertos a la hora de apoyar al colectivo LGTB.
Mi ejemplo más querido fue la creación del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. Un centro único en España que, para muchos madrileños y no madrileños, ha representado una primera bocanada de aire fresco en el infierno de la homofobia cotidiana.
Recuerdo perfectamente el día en que llamé. Había visto el número de teléfono en Internet y no me creaba ninguna confianza que perteneciera a la Comunidad de Madrid. Tenía mucho miedo a ser acogida entre sotanas que me tratasen de convencer de lo confundida que estaba. Porque realmente me sentía muy confundida, y aterrorizada, y no sabía a dónde acudir. Después descubrí que el Programa estaba gestionado por COGAM, que las sotanas brillaban por su ausencia y que allí me tenderían la mano que necesitaba para empezar a salir del agujero.
Así que hace ya tiempo que sé que el ahora Ministro simpatiza con nuestra causa. Como tantos otros miembros del PP. Como tantos de sus votantes. Pero claro, tienen que salvar la cara para "los otros", los que todavía viven en las cavernas. Y es una pena que decidieran salvarla con algo tan grave como un recurso ante el Tribunal Constitucional. En la situación actual, sin embargo, creo que cualquier gesto de complicidad es de agradecer, sobre todo viniendo de donde viene.
(Y todo esto a sabiendas de que Gallardón ha sido el alcalde que, aun habiendo oficiado bodas homosexuales, al menos desde el año pasado viene oficiando también el acoso y derribo a la celebración del Orgullo Gay).
Ojalá el TC resuelva pronto a nuestro favor y este tema nos deje por fin de preocupar. Mientras tanto, seguiremos agarrándonos a los guiños políticos, especialmente a los de "los otros", esos que oficialmente nos odian y que, en realidad, opinan de muchas maneras diferentes, como es natural.
Encantada.
Imagen de aquí.
No nos engañemos: después de vivir tantos años bajo su mandato, sé de buena tinta que este hombre tiene muchos pies de los que cojear. Al contrario que a numerosos votantes de la oposición, a mí no me cae nada simpático. En Madrid estamos en la ruina gracias a él, los parquímetros nos acosan en cada esquina y ya es la tercera vez consecutiva que el Comité Olímpico nos va a decir que no. Todo un bochorno. Sin embargo, el señor Gallardón ha tenido sus aciertos a la hora de apoyar al colectivo LGTB.
Mi ejemplo más querido fue la creación del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. Un centro único en España que, para muchos madrileños y no madrileños, ha representado una primera bocanada de aire fresco en el infierno de la homofobia cotidiana.
Recuerdo perfectamente el día en que llamé. Había visto el número de teléfono en Internet y no me creaba ninguna confianza que perteneciera a la Comunidad de Madrid. Tenía mucho miedo a ser acogida entre sotanas que me tratasen de convencer de lo confundida que estaba. Porque realmente me sentía muy confundida, y aterrorizada, y no sabía a dónde acudir. Después descubrí que el Programa estaba gestionado por COGAM, que las sotanas brillaban por su ausencia y que allí me tenderían la mano que necesitaba para empezar a salir del agujero.
Así que hace ya tiempo que sé que el ahora Ministro simpatiza con nuestra causa. Como tantos otros miembros del PP. Como tantos de sus votantes. Pero claro, tienen que salvar la cara para "los otros", los que todavía viven en las cavernas. Y es una pena que decidieran salvarla con algo tan grave como un recurso ante el Tribunal Constitucional. En la situación actual, sin embargo, creo que cualquier gesto de complicidad es de agradecer, sobre todo viniendo de donde viene.
(Y todo esto a sabiendas de que Gallardón ha sido el alcalde que, aun habiendo oficiado bodas homosexuales, al menos desde el año pasado viene oficiando también el acoso y derribo a la celebración del Orgullo Gay).
Ojalá el TC resuelva pronto a nuestro favor y este tema nos deje por fin de preocupar. Mientras tanto, seguiremos agarrándonos a los guiños políticos, especialmente a los de "los otros", esos que oficialmente nos odian y que, en realidad, opinan de muchas maneras diferentes, como es natural.
Encantada.
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