miércoles, 26 de septiembre de 2012

Escena de dormitorio

 
Mediodía después del amor. La gata maúlla tras la puerta cerrada. Son maullidos breves, agudos, intencionadamente lastimeros. Le dejo una rendija y vuelvo al abrazo. La gata entra trotando, pero se detiene. Dedica unos instantes a inhalar la calidez que inunda la habitación. Luego trepa hasta la cama. Parpadea, nos observa y da comienzo el ronroneo. El sonido de su cuerpo se amplifica como eco hasta llenar todo el espacio. Avanza por nuestras piernas. Nos masajea el costado. Frota su nariz contra mi cara antes de bajar por los brazos. Elige el mío como almohada mientras acaricia el de ella con las patas. Cierra los ojos y, al tiempo, su cuerpo calla. En el silencio de nuestro cuarto las tres nos quedamos dormidas. El sol abandona su cenit llevándose los rayos que, hasta hace nada, lo incediaban.

7 comentarios:

DE LUNA dijo...

Dulce trío :) Un besote!

farala dijo...

belleza de escena, belleza de descripción

Nosu dijo...

esos momentos-post son los mejores.....

chris dijo...

Miau! qué gran momento...y qué bonito lo has descrito...

Caminos del Espejo dijo...

Me encanta el modo de describir ese momento. Un besito bonita!!

Chocolate dijo...

¡Me haz hecho recordar tantos momentos! Te leo hace un tiempo, te escribo apenas ahora. Me encanta ver en tus historias los reflejos de la mía.

Un beso desde México.

Estela Rengel dijo...

Ronroneando me tienes.

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