domingo, 4 de mayo de 2008

A la cuarta va la vencida

Este fin de semana, mi novia y yo hemos conseguido el título oficial de tortilleras. He aquí la prueba incontestable:

¡Nuestra primera tortilla de patatas!

El camino hasta lograr tan excelso diploma ha sido arduo, a pesar de los vítores que miles de fans enardecidos nos espetaban por la calle:

− ¡Tortilleras!
− ¡Que no! ¡Que todavía no nos sale!

La primera vez que intentamos hacer una tortilla de patatas aún confiábamos en nuestra esencia más íntima, así que agarramos la sartén con decisión y estrellamos la masa informe de patatas y huevo contra la vitrocerámica.

La segunda vez que intentamos hacer una tortilla de patatas decidimos ser más humildes y utilizar dos platos para darle la vuelta. Sin embargo, no tuvimos en cuenta el pequeño detalle de cuajarla por dentro y tres huevos batidos aterrizaron sobre mi camiseta.

La tercera vez que intentamos hacer una tortilla de patatas los hados se conjuraron en nuestra contra y un plato vino a romperse justo encima de la mezcla de patatas y huevo. Intentamos retirar con cuidado los trozos, pero algunos fueron imposibles de detectar a tiempo. Como nuestro sentido de la economía nos impedía tirar la mezcla, nos comimos el aborto de tortilla aderezado con crujientes tropezones.

En nuestra defensa diré que, por más que utilizamos el comodín de la llamada a mi suegra, ella se guardó hasta el final la clave tortillera, que consistía en darle vueltas a la mezcla en la sartén antes de dejar que se hiciera por un lado. Pero una vez que confesó, nos empleamos a fondo, conseguimos darle la vuelta, y aunque sosa y medio cruda, pero con cebolla, ¡aprobamos el examen de la tortilla!

A partir de ahora, un nuevo mundo se abre ante nuestros ojos:

− ¡Tortilleras!
− ¡Mejorando la receta cada día!

Encantada.

4 comentarios:

la gabi dijo...

Sin lugar a dudas un tortilla preciosa. Felicitaciones!

marga dijo...

bueno, nosotras somos tortilleras viejas jajaja

cortamos las papas en cubos, las freímos, las retiramos del aceite, las escurrimos sobre un papel absorbente y las pasamos a un bowl que contiene los huevos batidos (la sal y los demás ingredientes que se deseen) donde las mezclamos ligeramente
la mezcla la volcamos en la sartén bien caliente untada con un poco de aceite, tapamos la sartén (una tapa de olla puede servir), destapamos y hacemos orificios con un tenedor o una cuchara de madera para que baje el huevo que pueda haber quedado flotando crudo en la superficie y se cocine, y cuando la tortilla se despega completamente del fondo (lo verificamos porque se mueve libremente si sacudimos la sartén en sentido ánteroposterior) (también podemos ayudar a que se despegue despacito con una espátula) entonces retiramos del fuego y valiéndonos de una tabla redonda grande de madera la damos vuelta y la pasamos de nuevo a la sartén para que se termine de cocinar del otro lado
y listo!
espero que ayude para la próxima
:)

Mireia Querol dijo...

pos ya e sun logro, porque nosotras, más de cuatro añosde presuntas tortilleras y no nos ha salido casi ninguna decente! a veces ni hasta las tortillas francesas!!! y parece facil....

encantada dijo...

Sí, sí, parece fácil... ¡¡pero no lo es!!

Gracias por la receta, Marga, me la apunto para probar nuevas maneras de ser tortill... digooo... de hacer una tortilla :P

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