Fue así como me enteré de que hubo vida antes de las compresas autoadhesivas. Mi madre ya me había explicado en numerosas ocasiones cómo en su juventud utilizó compresas que, más que compresas, parecían toallas. Pero yo nunca había visto ninguna; sin embargo, gracias a este museo, he podido satisfacer mi curiosidad:
Claro que, ante la visión de estos impecables ingenios de punto, surge la pregunta: ¿por qué esos finales con forma de ojal? ¿Por qué? Porque (y sobre esto, es la primera noticia que tengo) las compresas no se fijaban a la ropa interior de ninguna manera, sino que… ¡colgaban de un cinturón!
Increíble pero cierto: en la página web hay una colección completa de fotografías sobre los más modernos y antiguos “ligueros menstruales”. Pero si una no se conformaba con el modelo cinturón y prefería algo mucho más chic, también tenía la oportunidad de ver cubiertas sus necesidades:
¡Sí! ¡Son los auténticos “tirantes menstruales”! Creo que, ante su visión, sobran las palabras: yo, al menos, sólo puedo proceder a ponerles un altar a mis tampones.
El museo, no obstante, procura superar su función de galería de los horrores para ofrecer una cuidada selección de los receptáculos más insospechados para nuestra bien amada menstruación. Así, las que creíamos que fuera de las compresas y los tampones no era posible la vida estamos llamadas a ir más allá:
Como ingenio número uno, se nos presenta el imposible hijo hermafrodita entre una compresa y un tampón: la “compresa interlabial” o “tamponete”. Después de conocer su existencia, voy a necesitar varias sesiones intensivas de espejito en la entrepierna hasta llegar a comprender cómo los labios menores son capaces de sujetar... algo. He de reconocer que siempre pensé en mis labios menores como un repliegue del la piel increíblemente apto para el placer pero perfectamente inútil para nada más, y a pesar del esquema… ¡no sé! He de reconocer que sigo sin verlo.
Pero si el ingenio número uno nos teletransporta a los desconocidos prodigios de nuestra anatomía, ¿qué no hará el ingenio número dos?
Señoras y señoras, bienvenidas a la “taza menstrual”. Si una está cansada de cambiarse de tampón o compresa cada cuatro horas, ¡ya puede descansar! Porque según la información de la taza, sólo es necesario cambiarla seis veces en cada periodo. Eso sí, una vez fuera no indica si su contenido se vierte directamente en la taza del váter, se echa a su vez sobre una compresa superabsorbente, o se guarda para utilizarlo en pócimas mágicas de amor y fertilidad. Todo un misterio.
Después de descubrir todo esto, me siento llamada a impugnar la información que he recibido acerca de la regla durante mi infancia, mi adolescencia y mi juventud. Creo que los libros de Historia deberían incluir estos inestimables documentos, para que las mujeres pudiéramos hacernos una idea de nuestro verdadero pasado, de las circunstancias que a nuestras madres, abuelas, y tataratatarabuelas les influyeron en realidad. ¡Basta de grandes nombres! ¡Historia ilustrada de la menstruación YA!
Y por si alguna se ha quedado con ganas de más, añado dos impagables fotografías: a) una compresa lavable de estampado imposible; y b) un moderno kit compresa+cinturón que ni los tangas más atrevidos.
¡Encantada de tener la regla en el siglo XXI!
17 comentarios:
Excelente post. No tenia ni idea de ese museo. Espero poder ir.
Gracias, la verdad es que tiene que ser una pasada, ojalá hubiera más museos de este tipo en todo el mundo.
Siempre me pregunto como hacían las mujeres antes! Mi vida sin tampones sería un infierno, no me imagino usando esas cosas, yuck.
El otro día vi en history channel como trataban la "histeria" en las mujeres, y la relación de eso con la aparición de los juguetes sexuales. El mundo es extraño!
Estas cosas, la verdad me hacen apreciar la vida que llevamos hoy en día, jeje.
Cuando tuve mi primera regla pensé "bueno, por lo menos he nacido en la época de las compresas de usar y tirar y que se pegan a las braguitas. ¿Cómo se las apañarían las mujeres antes?". Yo también me alegro de tener la regla en el siglo XXI.
Con respecto a la taza menstrual, lo que se haga con el contenido se dejará a elección de la usuaria. Lo que sí sé es que hay que aprender a ponérsela Pero no deja de ser una alternativa interesante.
Mi vida sin tampones también sería un infierno :-P
Me encantaría que todo esto se enseñase en el colegio, o apareciese más a menudo en los documentales de la televisión, porque es la historia de las mujeres, a nosotras nos interesa y creo que tenemos derecho a conocerla.
Desde luego, la taza menstrual es toda una alternativa, aunque en la página alertaban de que podía provocar el síndrome del shock tóxico, el mismo que el de los tampones, pero a lo bestia. En cualquier caso, me gustó saber que existía, aunque no debe ser fácil de poner, desde luego.
Me ha encantado este post :) Enhorabuena, y gracias por los mensajes que has dejado en el mío. Hasta pronto! Siempre encantada de leerte!
Igualmente, Ally. Me alegro de que te haya gustado :-)
Muy buen post. A mi me hubiera gustado nacer hace uno o dos siglos, no se por qe? pero me encanta la historia, no me importa qe soy mujer y lesbiana y qe probablemente me hubieran qemado en la hoguera al encontrarme con mi amante... pero mis sueños se acaban cuando pienso en como le hubiera hecho en "esos dias" y digo gracias Dios por haber nacido en el siglo XX!!
Sí, la verdad es que fantasear con la vida en otros tiempos es interesante, pero... ¡cualquiera hubiera vivido entonces!
Hola! gracias por las fotos, yo uso salvaslips de tela, y la mooncup, es como esa taza pero más refinada y de silicona médica, es maravillosa, una vez q la pruebas no quieres otra cosa, un bico
Ah! y te voy a poner en un post en mi foro de costuras donde hablamos de las compresas de tela y pañales y de más, http://alritmodelaaguja.forogratis.es
un bico
La verdad es que me sorprende que esa taza (u otra) se utilice realmente... no sé, me pica muchísimo la curiosidad, tal vez me anime a probarla.
Con respecto a los salvaslips de tela... mmm... más ecológicos parecen, desde luego...
En fin, todo un mundo por descubrir.
Torola dijo...
Encantada, todavia me estoy riendo con lo de la taza. Eres una cachonda. ja, ja...
La que se rió fui yo cuando supe de su existencia... :P
Las toallas femeninas descartables que en la actualidad se comercializan, son un agente de contaminación impresionante:
¡Cada una de ellas tarda en degradarse aproximadamente 500 años!
Además de que el tema del blanqueo con cloro y dióxido de cloro, el uso del rayón y de la dioxina en los tampones y toallas, respectivamente son agentes de alta toxicidad para nuestros cuerpos, ya que estas sustancias o procesos, están presentes en dichos productos y entran en contacto directo con nuestros cuerpos...
Si queremos hacer algo por el medio ambiente de manera directa y por nuestra salud, escojamos recursos que no lo dañen y que no nos dañen.
Las toallas ecológicas, las de factura personal y casera, el Mooncup y las esponjas de mar, son algunas de las opciones que podemos tomar.
Al parecer, es más cómodo seguir comprándolas, usándolas y desentendiéndonos del proceso que sigue luego que las tiramos al bote de la basura o del mismísimo que se desarrolla de manera silenciosa en nuestros cuerpos; sin embargo, como en todo, terminaremos por encarar las consecuencias de nuestros actos, y en este caso, me parece que éstas serán muy desagradables...
Por una Cultura Menstrual desde la Conciencia:
Beatriz Eugenia Andrade Iturribarría
"El Círculo de Mujeres"
http://elcirculodemujeres.blogspot.com
Diciembre 2 y 2008
Muchas gracias por tu comentario, me ha resultado muy valioso y me ha hecho pensar.
año 2018, y difícilmente encuentro post que me den indicios al respecto de los artilugios empleados a lo largo de la historia para la menstruación. Lo de hoy y que se está poniendo de moda gracias al poder divulgatorio de las redes sociales, son: las copas menstruales. Gracias por publicar tan valiosa información.
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